Hoy recupero una poesía vieja, de viejos tiempos, de viejos recuerdos. Permanecen para recordarme cada día todo lo que he logrado vencer.
Manto de otoño que cubres las soñolientas calles de mi nostalgia,
escucho tu lamento en el susurro de la noche,
tus golpes despiertan mi inocencia dormida
y añoro tus palabras en mis recuerdos perdidos.
Me detengo y escucho.
Allá, en la profundidad del silencio,
te busco.
No estas,
pero te siento
en cada palabra que pronuncio.
La lluvia me habla,
escupe esas palabras tan repudiadas.
Manto de otoño que siembras todas las mañanas
los deseos de mi alma en las miradas de los vampiros
de las noches ya pasadas.
Sus labios sedientos de vida
palidecen en tinieblas ante la muerte venidera.
Y a veces lloro
ante mi reflejo.
Y a veces miento.
Frío metal imperecedero
que se clava tan adentro.
Me hieres.
Me quieres.
Manto de otoño, despiértame del sueño imposible en que vivo,
háblame de esos momentos que robaste a otros amantes hoy esquivos
y cuéntame el final de mil historias perdidas en el olvido.
Conversas conmigo todas las tardes de domingo,
pero tus palabras no escuchan lo que yo digo.
Y te vas
y yo me quedo.
Yo siempre me quedo.
Sola.
Manto de otoño que cubres las soñolientas calles de mi nostalgia,
escucho tu lamento en el susurro de la noche,
tus golpes despiertan mi inocencia dormida
y añoro tus palabras en mis recuerdos perdidos.
Me detengo y escucho.
Allá, en la profundidad del silencio,
te busco.
No estas,
pero te siento
en cada palabra que pronuncio.
La lluvia me habla,
escupe esas palabras tan repudiadas.
Manto de otoño que siembras todas las mañanas
los deseos de mi alma en las miradas de los vampiros
de las noches ya pasadas.
Sus labios sedientos de vida
palidecen en tinieblas ante la muerte venidera.
Y a veces lloro
ante mi reflejo.
Y a veces miento.
Frío metal imperecedero
que se clava tan adentro.
Me hieres.
Me quieres.
Manto de otoño, despiértame del sueño imposible en que vivo,
háblame de esos momentos que robaste a otros amantes hoy esquivos
y cuéntame el final de mil historias perdidas en el olvido.
Conversas conmigo todas las tardes de domingo,
pero tus palabras no escuchan lo que yo digo.
Y te vas
y yo me quedo.
Yo siempre me quedo.
Sola.
Pues yo creo que eres culo inquieto y ya no te quedas quieta.
ResponderEliminarMe gustan esas formas...mucho.
¡¿Yo culo inquieto?! Nooooo. Dame tranquilidad y verás :P
Eliminar!Gracias!
Vencido y bien vencido..
ResponderEliminarAl final,
te vayas o te quedes
se vayan o se queden...
Te entiendan o no,
sola o aconpañada,
tu vida es tuya y de nadie mas.
No dejes de vivirla y vivirte
No dejes de quererte
..y no dejes de soñar
Qué bonitas palabras :)
EliminarYo lo sigo intentando y con gente que me lo recuerde de esta manera, se me olvida menos. ¡Gracias!