-Bla, bla, bla...- Palabras y más palabras. Palabras en mil y un idiomas. -Bla, bla, bla...- Hablan ellos, hablan ellas. En realidad nunca callan. En realidad, nunca escuchan. -Bla, bla, bla...- Sólo palabras. Sus palabras. Desvirtuando el valor de las letras. (Por no hablar de las monedas) Digo yo... -¡tu no digas nada!- Pero es que... -Bla, bla y bla- Eso no es comunicación, es propaganda. Esto no es política, son los políticos.
Esa necesidad de que el alma hable, a veces susurrando, a veces chillando, pero necesidad a fin de cuentas, de expresarme, de sentirme, de vivirme, pero sobre todo, de salvarme.