Donde se pierden las miradas, ahí descansa su alma, o se agita, ante un mar de flores de naranjos y azahares añorados en la distancia. Arriando las velas de los anhelos y las penas en los mares de los sentimientos, revueltos y agitados por las tormentas de la vida, a ondanadas por momentos casi hundida ante esas olas que con todo arrasan...y aún así inmascerable, a flote en busca de ese rayo de sol que es su vida.
Hoy me pillo por banda el tumulto. Se me arremolinó dentro y estuvo inquieto. Mirando por aquí y luego por allá. Estrujando, apretando, me asustó, me irritó, por momentos me enfadó y hubo un instante en el que me estranguló la vida, con doña angustias de por medio. Como un cuento de miedo, de los que empiezan con muerte del yo y en todo su auge destripan el día hasta que te caes rendida ante la realidad de la vida. Y parece mentira lo que cansa tanto remolino dando vueltas. Nadas a contracorriente desde que amaneces, y aunque con todas tus fuerzas intentes alcanzar ese lugar donde tocas pie y te sientes medio segura, la resaca te arrastra al medio de ese sitio en el que no te ahogas. Pero te hundes, te hundes y tragas agua hasta que el aire ya no se siente. Agotada ando, arrastrando cuerpo y sujetando mente. No se por cual empezar el mantenimiento... ¿alguna sugerencia demente?
Guauuuuuuu... gracias por esas letras que llegan lejos ^^
ResponderEliminarGracias a ti por inspirarlas ;)
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