Donde se pierden las miradas, ahí descansa su alma, o se agita, ante un mar de flores de naranjos y azahares añorados en la distancia. Arriando las velas de los anhelos y las penas en los mares de los sentimientos, revueltos y agitados por las tormentas de la vida, a ondanadas por momentos casi hundida ante esas olas que con todo arrasan...y aún así inmascerable, a flote en busca de ese rayo de sol que es su vida.
Esa necesidad de que el alma hable, a veces susurrando, a veces chillando, pero necesidad a fin de cuentas, de expresarme, de sentirme, de vivirme, pero sobre todo, de salvarme.
Guauuuuuuu... gracias por esas letras que llegan lejos ^^
ResponderEliminarGracias a ti por inspirarlas ;)
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