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Hoy (contigo) me gusta

Te busqué tanto.
En las esquinas abiertas y las curvas cerradas, en la luz, en la oscuridad, en los puñales fríos que se clavan en invierno, en las hogueras de San Juan, en los días que nunca acaban de un mes de Julio, en las fiestas, el alcohol sin medida y el olor a libro nuevo que te recuerda que todo vuelve a empezar.
Te busqué tanto.
Y al final, cuando te encontré, casi me equivoqué. Me tropecé en todas las esquinas. Atravesé las curvas sin frenar. Quise apagar el sol. Encender la noche. Calentar el invierno. Apagar el fuego. Saltarme el verano y nunca volver empezar.
Y hoy, te sigo buscando. Cada día. Y hoy, te sigo descubriendo. Cada día.

Y hoy me gusta.

me gusta

Hoy me gusta desconocer lo que pasará y desear que pase contigo.
Hoy me gusta mirarte con los ojos abiertos y cerrarlos cuando me besas.
Me gusta saber que a veces hablas sin parar, y a veces te callas.
Me gusta tener ganas de verte, e incluso, a veces, me gusta no tenerlas.
Hoy me gusta saber que no tenemos que entenderlo todo.
Preguntarme qué piensas o, ¡no hacerlo!
Esconderme algunos días.
Abrazarte al verte.
Hoy me gusta el dolor que se siente.
Saber que no sueles tener mucha hambre pero que yo puedo comer(te) siempre.
Me gusta bailar.
Hacer el amor de día, de tarde o de noche, incluso a todas horas me gusta.
Hoy me gusta tropezar de vez en cuando.
Me gusta levantarme y volver a cogerte.
Y viceversa también me gusta.

Hoy
contigo
me
gusta.

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Día demente

Hoy me pillo por banda el tumulto. Se me arremolinó dentro y estuvo inquieto. Mirando por aquí y luego por allá. Estrujando, apretando, me asustó, me irritó, por momentos me enfadó y hubo un instante en el que me estranguló la vida, con doña angustias de por medio. Como un cuento de miedo, de los que empiezan con muerte del yo y en todo su auge destripan el día hasta que te caes rendida ante la realidad de la vida. Y parece mentira lo que cansa tanto remolino dando vueltas. Nadas a contracorriente desde que amaneces, y aunque con todas tus fuerzas intentes alcanzar ese lugar donde tocas pie y te sientes medio segura, la resaca te arrastra al medio de ese sitio en el que no te ahogas. Pero te hundes, te hundes y tragas agua hasta que el aire ya no se siente. Agotada ando, arrastrando cuerpo y sujetando mente. No se por cual empezar el mantenimiento... ¿alguna sugerencia demente?

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