Nunca es tarde.
A pesar del tiempo, de los días que llenan los calendarios impuestos.
Y correr es de cobardes,
huir del ahora para refugiarse constantemente en lo que fue...o en lo que aún no es.
Déjame que abra esta caja, Pandora.
Déjame volar, reír, gritar, llorar, saltar, caer, acariciar, callar, golpear, besar, odiar, perdonar...
Déjame ser Pandora.
Déjame amar(me).
En algún lugar perdí mi caballito plateado,
mi padre me lo escondió,
dijo que había muerto de mayor.
No le quise creer.
Ahora, que la mayor soy yo
el caballito volvió
y me contó un secreto:
de mayor no muere nadie,
aunque nadie se lo cree.
Tuve un sueño ayer,
una anciana que decía ser yo se me acercó,
llevaba una capa de superman muy vieja,
no reía mucho la mujer mayor, pero sus ojos cantaban melodías silenciosas
que hablaban de mil y un historias en las que no había princesas
y a pesar de ello, al final, feliz sintió.
Dijo: colorin colorado, este cuento ya ha empezado.
Nunca es tarde.
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