Recorre unas venas diferentes,
¿cómo llegaron a ellas
si su cuerpo no estaba?
Y con esas venas
el odio recorrió lejanas distancias
viviendo vidas
y acumulando venganzas.
Sin ser tuyas,
ni los odios,
ni las venas,
ni las venganzas,
una mañana cualquiera
te explotan en la cara.
Y así vamos sumando odios
venganzas,
restando vidas.
Yo quiero ir sumando vidas sin sumar odios
ResponderEliminarEs que en la vida, eso es lo más lógico. Todas las personas deberían querer eso, y poner lo mejor de ellos mismos para lograrlo.
ResponderEliminar¡Hay odios que son amores disfrazados!
ResponderEliminarNi disfrazado se le puede llamar amor a eso...
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